Se trata del único crematorio público que funcionaba en Rosario, por lo cual desde este miércoles ya no se realizan más cremaciones hasta que no se resuelvan las irregularidades detectadas.

En este sentido, se lograron evidenciar peligrosas condiciones en las que trabajaban unos 30 empleados del lugar, entre ellos: operarios y administradores.

Según trabajadores del crematorio, sólo se encontraba en funcionamiento uno de los tres hornos que se hallaban en el lugar. “El último mantenimiento fue hace tres años, en 2011 luego de la reparación se realizaron unas 2000 cremaciones, ahora estamos en más de 3500, así que los hornos no dan abasto”, expresó uno de ellos.

De este modo, hasta tanto no se resuelva la situación, el crematorio se mantendrá cerrado.