Tras un proyecto de la concejala María Eugenía Schmuck, que busca que la gastronomía rosarina adhiera a la tendencia mundial en salud pública; el pasado jueves se aprobó la iniciativa que promueve el consumo de agua potable como derecho universal.

En este sentido, la norma impone que en cualquier local gastronómico se sirva agua sin objeciones por parte del dueño. De este modo, todos los bares y restaurantes de la ciudad deberán ofrecer jarras de agua de forma gratuita.

A partir del 8 de diciembre del año que viene la medida será obligatoria, mientras tanto los locales gastronómicos que deseen, podrán hacerlo de forma voluntaria. Deberán ofrecer a los clientes un mínimo de 250 centímetros cúbicos de agua potable del servicio de red apta para el consumo.