Con motivo de la poca cantidad de bares y restaurantes que respetan dicho derecho del consumidor, el Concejo Municipal aprobó un proyecto que plantea intensificar los controles sobre los comercios.

Se trata de la ordenanza N° 9465 sancionada en el año 2015 la cual establece que dichos espacios deben ofrecer una jarra de agua a los clientes de forma libre y gratuita.

De este modo, los negocios están obligados a brindar una jarra de agua de al menos 250 centímetros cúbicos a sus clientes.