Hasta hace algunos años, pensar en obtener un crédito sin papeleo burocrático, con respuesta inmediata y depositado a los pocos minutos en cualquier cuenta, era hablar de un imposible. Era un escenario que, administrativamente para cualquier banco o institución, resultaba muy cuesta arriba de considerar.

Los servicios financieros tradicionales tienen un protocolo a seguir para poder disponer de sus productos o servicios. Por lo tanto, si una persona está interesada en un crédito para el consumo o para un determinado fin, es necesario ir varias veces al banco, rellenar formularios, cumplir con una lista de requisitos y esperar varias semanas para conocer si la respuesta es negativa o positiva.

Es una metodología ineficiente que es conocida por los propios bancos, pero que sigue sin cambiar ni en el fondo ni en la forma. No está ajustada a los nuevos tiempos de inmediatez y de respuestas más rápidas para los solicitantes.

Con la masificación de Internet y la innovación tecnológica este panorama ha comenzado a cambiar a favor de los usuarios.

Millones de solicitantes

Es el momento de los créditos online o los préstamos rápidos a través de Internet, una modalidad de financiación que ya suma millones de solicitantes en todas las partes del mundo.

Es una revolución que mezcla el universo digital y las nuevas empresas “fintech” (finance technology) que, haciendo uso de la tecnología de la información, ofrecen servicios financieros de una forma más eficaz y más barata.

Algunas de las áreas en las que este tipo de corporaciones opera incluyen los siguientes sectores: banca móvil, big data, crowfunding, criptomonedas, gestión de procesos y gestión del riesgo, entre otros campos de la economía.

Es una suerte de democratización de los créditos que, con esa modalidad, llegan a todas partes, a cualquier hora o día de la semana.

Para profundizar más sobre el tema, el personal de la empresa Credy explica cómo es el procedimiento para su solicitud.

“La persona entra en la web y debe completar un formulario. A continuación, hay que elegir la cantidad del préstamo y el plazo para su devolución. Se verifican los datos y, una vez se ha aprobado el dinero, va para la cuenta que ha suministrado el cliente”, informa la compañía dedicada a los prestamos online en argentina.

Los préstamos no requieren que los solicitantes tengan un recibo de sueldo. Solo se exige que sean mayores de edad, titulares de una cuenta bancaria y que presenten su documento de identidad.

“En Credy se pueden solicitar préstamos de hasta 5000$ pesos, con los que el usuario puede hacer frente a sus necesidades más urgentes. Esta es una alternativa que está al alcance de cualquier persona, sea cual sea su situación financiera”, añade la empresa a través de su portal web.

Análisis financiero

El músculo de estos servicios se muestra con la inmediatez con la que son aprobados. Esta rapidez es posible gracias a los sistemas automatizados que reciben la información, la procesan y, luego, el mismo ordenador emite una decisión que se hace saber al usuario a través de un correo electrónico o mensaje al móvil.

Los préstamos tradicionales funcionan de otra forma y llevan una etiqueta que define el destino de los fondos. Por ejemplo, hay créditos hipotecarios para la adquisición de viviendas, créditos para la compra de coches, créditos al consumo para la realización de un viaje, o para celebrar una boda, y también los llamados microcréditos para la actividad comercial.

“Las entidades de créditos ofertan estos préstamos con pequeñas variaciones, aunque todos son prácticamente lo mismo. Entre sus características se pueden enumerar las tasas de interés, comisiones de apertura y cancelación, gastos administrativos, plazo de amortización y el importe de la cuota mensual”, han explicado los expertos del portal finanzasparatodos.es sobre los créditos tradicionales.

Son dos productos que tienen un mismo fin, pero son diametralmente opuestos en sus tiempos de respuesta, cifras, plazos para su devolución y, lo más importante, los requisitos que se exigen a los solicitantes.

La mayoría de las empresas que ofrecen los créditos actúan como puente ante los proveedores de los fondos. Estos últimos son seleccionados por los intermediarios según el perfil de cada cliente, la cantidad solicitada y el tiempo para pagar el importe total de la deuda.

Cifras en aumento

Ante la caída de los créditos tradicionales en los sistemas bancarios de muchos países, los usuarios han visto con buenos ojos esta alternativa que sigue ganando espacio cada año que pasa. Esto se desprende de diversos informes, que dan cuenta del crecimiento de este sector.

Un caso para analizar es el de España, en donde, entre el 2009 y el 2011, la facturación de estas empresas financieras se duplicó. Lo mismo ocurrió en el lapso comprendido entre los años 2011 al 2013. Esto se traduce en un aumento del 200% en las solicitudes de estos créditos rápidos.

Este impulso obedece a las ventajas que se ofrecen, ya que no es requerido ningún aval, se gestiona sin recibo de pago y es de mucha utilidad ante cualquier imprevisto que pueda surgir en el día a día.

Son productos dispuestos para cualquier segmento y estrato social. Sin embargo, estos organismos han señalado que los hombres con edades comprendidas entre los 30 y los 65 años son quienes más piden este tipo de préstamos, alrededor de un 40% del total.

Hay que recordar que asumir una deuda, independientemente de su origen, es un compromiso que debe ser honrado, pues este tipo de operaciones se fundamenta en la confianza del solicitante y en su buena disposición de pagar a tiempo.