La oferta al público, que puede estar expuesta por distintos medios, tales como la televisión, folletos o incluso una vidriera, es obligatoria en las condiciones que establezca. Por lo tanto, los precios, ofertas y descuentos consignados en estas, obligan al proveedor hasta tanto este los revoque por el mismo medio. Si el precio aparece expuesto mas barato en la góndola de un supermercado o en la etiqueta de una prenda, el consumidor tiene derecho a que se mantenga éste cuando va a la caja.