Cuando un consumidor compre un producto de consumo durable (ej: un celular, un libro, un televisor, una prenda) tiene garantía por cualquier defecto que este tenga, aunque fuera posible ser advertido a primera vista, por seis meses. Al vendedor se le prohíbe establecer un plazo menor, pero sí uno mayor. Quienes prestan garantía son los productores, importadores, distribuidores y vendedores de los productos.